El principal problema del Murcia es el Murcia.
Puede terminar los partidos goleando, pero no concreta sus muchas ocasiones.
Los grana se aúpan al liderato tras un partido en el que el único rival fue la falta de puntería
EVA FRANCO efranco@laverdad.es.-
En Nueva Condomina ya no hay dudas: el Real Murcia es un equipo muy superior al resto de sus rivales. Domina los partidos, se impone en el juego y marca las diferencias. Le falta gol, un problema que no es menor, pero al final, y de tanto intentarlo, termina solucionando la situación. Las castigadas gradas del estadio vivieron una plácida tarde de fútbol y el equipo ya es líder, aunque sea por un día.
Será difícil que el equipo de Iñaki Alonso encuentre esta temporada en su estadio un rival de altura capaz de plantarle cara. Ni el Jaén, que muchos señalan como uno de los favoritos para estar a final de temporada en lo alto de la tabla, tuvo empaque y nivel para poner en riesgo la victoria y los puntos.
El único problema del Real Murcia es él mismo. El equipo juega bien, tiene toque, pero le falta algo más de velocidad. Tiene ocasiones, pero carece de puntería. A pesar de la victoria y de la buena trayectoria emite malas señales en los metros finales. Necesita más de quince ocasiones para marcar dos goles. Unas veces por el larguero, otras por el portero rival, a veces porque el futbolista no intuye la jugada y la mayoría por falta de acierto en los metros finales. El Real Murcia tuvo que marcharse ayer al descanso al menos con dos goles de ventaja, pero sólo logró uno, y terminar el partido con cuatro, aunque se quedó con dos.
A su gran superioridad también contribuyó el árbitro y las expulsiones. A los cinco minutos del partido el Jaén ya llevaba dos cartulinas amarillas. En el descanso Rojas vio su segunda tarjeta por protestar y a mitad de la segunda parte, cuando el rival jugaba con diez, fue José Miguel Campos, el entrenador mazarronero, el que se fue del banquillo, también expulsado.
Esta vez el Real Murcia se escapó de la quema de las cartulinas y de las expulsiones. Tras dos partidos en los que había terminado con nueve sobre el campo, el equipo grana acabó limpio e impoluto de sanciones, con la lección aprendida y la alineación entera.
Gotor y Góngora, dos canteranos, jugaron en la defensa gracias a las expulsiones de la jornada de Cádiz. No tuvieron problemas. Iñaki Alonso puede comenzar a pensar si el Real Murcia está preparado para afrontar una nueva filosofía en la que ante la igualdad de condiciones se premie a la cantera por encima de los fichajes de fuera. Gotor fue el mejor. Hizo un partido serio y no dejó rastro de su inexperiencia o su juventud. Para que la llegada de canteranos salga redonda ya sólo falta la incorporación de Mario Marín, lesionado, al lateral derecho. Con una temporada larga y con la Copa del Rey jugándose, seguro que habrá tiempo para cambios, para oportunidades y para solucionar de manera efectiva los problemas.
Chando dejó zanjado ayer el suyo. Había pasado su debut en Nueva Condomina esta temporada con más pena que gloria. Muchas ocasiones y poco gol, lo que para un delantero es igual a la nada. Si no marcas estás en el limbo, da igual las veces que hayas encarado a puerta. Ayer marcó su primer gol de la temporada ante su afición y volvió a demostrar que esta campaña puede ser la suya. La superioridad de toda la plantilla y la posesión de la pelota es tan abismal que el delantero titular está llamado a marcar goles con relativa facilidad.
El de Chando fue el primero y casi el único de la tarde. Por suerte no se hizo esperar mucho. En el minuto trece el Real Murcia ya iba por delante en el marcador. Todo el orden de Campos se vino abajo. Aguantar para desestabilizar al rival ya no valía. Era necesario buscar otra solución. La expulsión de Rojas justo cuando el árbitro pitó el final de la primera parte invalidó cualquier posible estrategia.
El Jaén jugó toda la segunda parte con uno menos en el campo y el Real Murcia se dedicó a tener la pelota, a dominar el balón, pero también a hacer jugadas un poco espesas que no terminaban en gol. El repertorio de ocasiones fue mayúsculo. Llovían tiros por todos sitios. Albiol tuvo su ocasión en un centro chut que se estrelló en el larguero; Kike, que necesita el gol de manera imperiosa más para reafirmarse a sí mismo que para el equipo, tuvo la oportunidad tras un pase de Gago; Isaac, nada más entrar al campo, disparó por la derecha raso y la pelota se fue a las manos del portero, que le cerró el ángulo; y así un sinfín de lanzamientos tiros y oportunidades.
Pero nada, el Real Murcia está atascado en este principio de temporada ante la portería rival. Richi apareció para poner la solución con el tiempo ya cumplido. Marcó el segundo para mandar claro un mensaje al resto de rivales. Ganar esta temporada en Nueva Condomina no va a ser una tarea fácil.
En Nueva Condomina ya no hay dudas: el Real Murcia es un equipo muy superior al resto de sus rivales. Domina los partidos, se impone en el juego y marca las diferencias. Le falta gol, un problema que no es menor, pero al final, y de tanto intentarlo, termina solucionando la situación. Las castigadas gradas del estadio vivieron una plácida tarde de fútbol y el equipo ya es líder, aunque sea por un día.
Puede terminar los partidos goleando, pero no concreta sus muchas ocasiones.
Los grana se aúpan al liderato tras un partido en el que el único rival fue la falta de puntería
EVA FRANCO efranco@laverdad.es.-
En Nueva Condomina ya no hay dudas: el Real Murcia es un equipo muy superior al resto de sus rivales. Domina los partidos, se impone en el juego y marca las diferencias. Le falta gol, un problema que no es menor, pero al final, y de tanto intentarlo, termina solucionando la situación. Las castigadas gradas del estadio vivieron una plácida tarde de fútbol y el equipo ya es líder, aunque sea por un día.
Será difícil que el equipo de Iñaki Alonso encuentre esta temporada en su estadio un rival de altura capaz de plantarle cara. Ni el Jaén, que muchos señalan como uno de los favoritos para estar a final de temporada en lo alto de la tabla, tuvo empaque y nivel para poner en riesgo la victoria y los puntos.
El único problema del Real Murcia es él mismo. El equipo juega bien, tiene toque, pero le falta algo más de velocidad. Tiene ocasiones, pero carece de puntería. A pesar de la victoria y de la buena trayectoria emite malas señales en los metros finales. Necesita más de quince ocasiones para marcar dos goles. Unas veces por el larguero, otras por el portero rival, a veces porque el futbolista no intuye la jugada y la mayoría por falta de acierto en los metros finales. El Real Murcia tuvo que marcharse ayer al descanso al menos con dos goles de ventaja, pero sólo logró uno, y terminar el partido con cuatro, aunque se quedó con dos.
A su gran superioridad también contribuyó el árbitro y las expulsiones. A los cinco minutos del partido el Jaén ya llevaba dos cartulinas amarillas. En el descanso Rojas vio su segunda tarjeta por protestar y a mitad de la segunda parte, cuando el rival jugaba con diez, fue José Miguel Campos, el entrenador mazarronero, el que se fue del banquillo, también expulsado.
Esta vez el Real Murcia se escapó de la quema de las cartulinas y de las expulsiones. Tras dos partidos en los que había terminado con nueve sobre el campo, el equipo grana acabó limpio e impoluto de sanciones, con la lección aprendida y la alineación entera.
Gotor y Góngora, dos canteranos, jugaron en la defensa gracias a las expulsiones de la jornada de Cádiz. No tuvieron problemas. Iñaki Alonso puede comenzar a pensar si el Real Murcia está preparado para afrontar una nueva filosofía en la que ante la igualdad de condiciones se premie a la cantera por encima de los fichajes de fuera. Gotor fue el mejor. Hizo un partido serio y no dejó rastro de su inexperiencia o su juventud. Para que la llegada de canteranos salga redonda ya sólo falta la incorporación de Mario Marín, lesionado, al lateral derecho. Con una temporada larga y con la Copa del Rey jugándose, seguro que habrá tiempo para cambios, para oportunidades y para solucionar de manera efectiva los problemas.
Chando dejó zanjado ayer el suyo. Había pasado su debut en Nueva Condomina esta temporada con más pena que gloria. Muchas ocasiones y poco gol, lo que para un delantero es igual a la nada. Si no marcas estás en el limbo, da igual las veces que hayas encarado a puerta. Ayer marcó su primer gol de la temporada ante su afición y volvió a demostrar que esta campaña puede ser la suya. La superioridad de toda la plantilla y la posesión de la pelota es tan abismal que el delantero titular está llamado a marcar goles con relativa facilidad.
El de Chando fue el primero y casi el único de la tarde. Por suerte no se hizo esperar mucho. En el minuto trece el Real Murcia ya iba por delante en el marcador. Todo el orden de Campos se vino abajo. Aguantar para desestabilizar al rival ya no valía. Era necesario buscar otra solución. La expulsión de Rojas justo cuando el árbitro pitó el final de la primera parte invalidó cualquier posible estrategia.
El Jaén jugó toda la segunda parte con uno menos en el campo y el Real Murcia se dedicó a tener la pelota, a dominar el balón, pero también a hacer jugadas un poco espesas que no terminaban en gol. El repertorio de ocasiones fue mayúsculo. Llovían tiros por todos sitios. Albiol tuvo su ocasión en un centro chut que se estrelló en el larguero; Kike, que necesita el gol de manera imperiosa más para reafirmarse a sí mismo que para el equipo, tuvo la oportunidad tras un pase de Gago; Isaac, nada más entrar al campo, disparó por la derecha raso y la pelota se fue a las manos del portero, que le cerró el ángulo; y así un sinfín de lanzamientos tiros y oportunidades.
Pero nada, el Real Murcia está atascado en este principio de temporada ante la portería rival. Richi apareció para poner la solución con el tiempo ya cumplido. Marcó el segundo para mandar claro un mensaje al resto de rivales. Ganar esta temporada en Nueva Condomina no va a ser una tarea fácil.
En Nueva Condomina ya no hay dudas: el Real Murcia es un equipo muy superior al resto de sus rivales. Domina los partidos, se impone en el juego y marca las diferencias. Le falta gol, un problema que no es menor, pero al final, y de tanto intentarlo, termina solucionando la situación. Las castigadas gradas del estadio vivieron una plácida tarde de fútbol y el equipo ya es líder, aunque sea por un día.
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