Iñaki ya piensa en el Madrid
JOSÉ OTÓN.- / La Verdad
El partido de ayer en Sevilla no era moco de pavo. Antes del 'encuentro del año' frente al Madrid, Iñaki Alonso tenía la difícil misión de enchufar a su equipo a la Liga. Porque lo del Betis B no era un trámite. De perder, el equipo grana podía pasar de liderar la competición al tercer puesto.
Además, las condiciones del partido no eran especialmente atractivas. La resiembra del Benito Villamaría y la del principal campo de entrenamiento de la ciudad deportiva verdiblanca habían trasladado el choque entre primero y tercero del grupo IV de Segunda B a un 'campo de patatas', poco propicio para saborear buen fútbol.
Pero el Real Murcia dio la cara. Excepto durante los primeros veinte minutos de la segunda parte, el equipo de Iñaki Alonso fue mejor que su rival, tuvo las mejores ocasiones y sólo un fallo defensivo, similar al que le costó dos puntos en Yecla, empañó el viaje grana a Sevilla. Por lo demás, mereció ganar, con un Chando que ha reencontrado el camino del gol y un Pedro que cada vez es más importante en este Real Murcia. El equipo de Alonso a veces pierde algún punto, pero no pierde nunca su espíritu.
En la primera parte el Real Murcia fue de menos a más. Aunque empezó acomplejado por el extraño escenario del encuentro, fue encontrando el pulso al choque. Tras un par de acercamientos del equipo de Oli en los primeros minutos, con un peligroso remate de cabeza de Ryan, el Real Murcia impuso su jerarquía. Demostró ser mejor con Pedro como jugador más peligroso. A los quince minutos el Real Murcia ya era mejor y había hecho más que el Betis B. Dos disparos seguidos de Góngora y Aguilera precedieron a una bonita internada de Isaac que acabó en el segundo saque de esquina a favor del Real Murcia. Eso sí, el Betis asustaba de vez en cuando. Como con un balón que tuvo que sacar Gotor en boca de gol.
Es lo mejor del equipo de Iñaki Alonso, que ha aprendido a ponerse el traje cuando juega en casa y el mono de trabajo cuando juega en campos como el de ayer. Además, el cuadro grana ha demostrado que es el mejor del grupo tras jugar contra Cádiz, Sevilla Atlético, Puertollano, Betis B o Melilla. Tras treinta minutos de juego el Real Murcia había descubierto la llave para ganar el partido: la velocidad. El Real comenzó a tocar a la primera como antídoto al mal estado del terreno de juego. Primero con una combinación de Chando, Aguilera y Pedro y más tarde con una gran ocasión que Aguilera mandó contra el portero local. El Murcia había encontrado el camino. De hecho, el gol de Chando llegó tras el saque de una falta en la que Isaac buscó en el primer palo a Chando, que no perdonó. El Real Murcia había sido mejor y recogía su premio al final de la primera parte.
El equipo grana de los primeros minutos de la segunda parte no tuvo nada que ver con el de la primera. Además, los primeros cinco minutos béticos lastraron a los de Iñaki Alonso, que salieron más dormidos. Y les costó caro porque a los dos minutos el conjunto de Oli le devolvió un gol procedente de una jugada a balón parado. Regino se adelantaba a la defensa grana y fusilaba a Alberto. Todo el trabajo de pico y pala y desgaste de la primera mitad se vino abajo con un gol que levantó el ánimo del equipo local y que le dejó noqueado durante quince minutos de la segunda parte. Porque tras el gol, el Betis fue mejor, al menos unos minutos.
La entrada de José Ángel y José Antonio revolucionó el partido y pilló al Real Murcia desprevenido. En plena 'pájara', Alberto Cifuentes salvó un mano a mano con Agudo y evitó que la siesta del Real Murcia acabara en pesadilla. El equipo de Iñaki Alonso necesitaba ponerse el mono de trabajo de nuevo y alejar temporalmente al Betis B en lo alto de la tabla. Fue el único punto negro de las filas de Iñaki Alonso, que merecieron más.
Y despertó. Primero con un saque de falta ejecutado por Góngora que rozó el palo derecho de la portería de Razak. Lo que primero era un centro envenenado se convirtió en la mejor ocasión del cuadro grana en la segunda parte. Hasta que llegó Chando a veinte minutos para cruzar en exceso un balón que pudo suponer el 1-2.
El Murcia volvía a latir con fuerza y tras las entradas de Abraham y Albiol el Betis volvió a esperar atrás. El empate le valía al equipo verdiblanco pero no a un Murcia que siempre, esta temporada, tiene hambre y ambición, señas de identidad que antes de la llegada de Iñaki Alonso no abundaban en el equipo. El Murcia de los últimos minutos desarboló al Betis en todos los sentidos. Pedro se convirtió en el mejor jugador del partido. Rey en la banda derecha, protagonizó casi todas las ocasiones de peligro del equipo de Iñaki Alonso en los minutos finales del encuentro. Pedro protagonizó un remate alto y un cabezazo que demostraban que el equipo grana no se conformaba con un punto.
Acoso final
El empuje del Real Murcia continuó con un disparo de Góngora y un lanzamiento de Abraham que tuvo que sacar el portero local, Razak, con la punta de los dedos. Al Real Murcia le faltaba una pizca de suerte para matar el partido y a su rival y un poco de puntería. Como en la ocasión de Pedro que cerró el partido. Un mano a mano entre el murcianista y el portero del Betis en la que Pedro se escoró demasiado y la mandó fuera.
Lo mejor en lo futbolístico fue la actitud del Real Murcia que, a pesar de las circustancias adversas, sacó un punto de un campo que no se correspondía con la categoría: «Hay que valorar el punto que hemos conseguido contra el Real Murcia. Es el mejor equipo de la categoría. Es un conjunto que está en esta categoría por circunstancias pero que bien podría jugar en Segunda», comentaba Oli, entrenador del Betis. Lo que hay que corregir a partir de ahora son los fallos puntuales en defensa que lastraron de nuevo al Real Murcia, como ya pasara en Yecla hace quince días.
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