Los de Iñaki Alonso, bien plantados tácticamente y sobrios en defensa, dan la sorpresa en casa del líder con un gol de Jorge en los últimos minutos
La Verdad
JOSÉ OTÓN.-
El del Rico Pérez era uno de los choques más atractivos de la temporada en el calendario grana. Además de la rivalidad histórica entre ambos equipos y cuyo primer enfrentamiento oficial data del año 1931 en el que ambos equipos se enfrentaron en el Campeonato Regional Murciano, el morbo estaba en el banquillo y en el palco del estadio alicantino. Sergio Fernández se medía a un Real Murcia que él coloco junto a Iñaki de nuevo en Segunda, y a un entrenador que harto de las excusas del leonés esta semana había estallado de forma cariñosa en la sala de prensa contra su excompañero de fatigas hasta hace unos meses. El incendio había caldeado un partido que en Segunda se había disputado antes de ayer 24 veces y en los que el Real Murcia solo había conseguido ganar en cinco ocasiones.
Independientemente del resultado, el planteamiento de Iñaki Alonso esta noche en Alicante ha sido el de un técnico valiente. Pese a las numerosas bajas, el técnico vasco saccaba el once inicial más ofensivo posible. De hecho, el de Durango rara vez utiliza el clásico 4-4-2 con dos delanteros natos arriba y ayer lo hizo. Con Chando como delantero centro nato y el Ruso de mediapunta, Iñaki también metía a dos extremos natos y ofensivos en las bandas como Paco Sutil y Pedro. El resto ha sido lo previsible y lo único que tenía disponible para este partido el Real Murcia, con Richi y Juan Aguilera en el doble pivote y una línea de cuatro formada por Molinero, Jorge, Amaya y Óscar Sánchez, el defensor junto Amaya más enchufado de la plantilla.
En los primeros minutos el Real Murcia intentó imponer su plan. Antes de que se cumpliera el primer minuto Sutil dejó el primer detalle de calidad con un control en la banda, un regate y una internada que acabó en un disparo muy cruzado. La táctica grana era estar lo más arriba posible, que Alberto no tuviera trabajo y que Richi controlara el tiempo del partido. Pero el Hércules es el líder y eso nos e fruto de la casualidad. A partir del minuto diez el equipo de Mandiá se hizo con el balón y comenzó a crear peligro con un disparo de Arbilla que tocó en la defensa grana y se fue a saque de esquina rozando el larguero. Además, después de una mano involuntaria Richi veía la primera amarilla, un lastre para defender con intensidad en la primera parte. Pero Iñaki le había lanzado un mensaje a su equipo con el once inicial y el Real Murcia se volvió a estirar. Sobre todo con un remate de cabeza de Óscar Sánchez al que no llegó Cristian García por milímetros.
El Real Murcia daba la cara pero no tenía la misma inspiración que en el partido frente al Deportivo. Además sobre el terreno de juego tenía un enemigo añadido además del Hércules. El árbitro Carlos Vallés, cuestionado durante la semana por el Real Murcia al ser leonés como Sergio Fernández y amigo personal de éste, se había propuesto acribillar al equipo grana con tarjetas muy rigurosas a Richi y Óscar, y expulsando a Iñaki Alonso tras un gesto de rabia tras una falta no sancionada a favor del Real Murcia. La primera parte moría con alternativas en ataque para los dos equipos y con la grada del Rico Pérez metiéndose con el técnico grana.
En la segunda parte el Hércules creó las mejores ocasiones. De hecho, empezó a atosigar a Alberto con llegadas peligrosas por ambas bandas. La más clara, en el minuto veinte de la segunda parte con una chilena de Urko Vera que acabó con un paradón de Alberto que acabó en saque de esquina. Iñaki Alonso, desde la grada, comenzaba a mover sus piezas. Cristian García dejaba sus sitio a Isaac Jové y el Real Murcia recomponía su dibujo con Sutil en la mediapunta e Isaac y Pedro en las bandas. Iñaki quería más intensidad y aprovechar más las bandas para frenar las embestidas de un Hércules que cada vez quería más, sobre todo teniendo en cuenta que el empate no le valía tras perder siete días atrás en Girona. La primera gran oportunidad del Real Murcia llegaba tras una jugada a balón parado que Chando, desde la frontal, mandaba rozando el palo de la portería de Falcón.
Con el paso de los minutos el Real Murcia fue perdiendo el control del centro del campo en favor de un Hércules que daba más sensación de peligro aunque sin crear ocasiones claras, solo con disparos lejanos y cruzados. Iñaki dio entrada a Luciano en puesto de Sutil para reconvertir el 4-4-2 en un 4-1-4-1, con Luciano por delante de la línea defensiva y con otra línea de cuatro en el centro del campo que le protegiera de las embestidas alicantinas y para que le aportara al equipo grana más fiabilidad defensiva. El encuentro, con los cambios de ambos equipos, perdió intensidad en los últimos minutos con dos equipos que no querían perder el punto. Hasta que apareció Pedro. Primero para elaborar una jugada en la banda derecha que acabó en saque de esquina. Y después para ejecutar un saque de esquina milimitrado a la cabeza de Jorge para que el central anotará un 0-1 que dejó mudo al Rico Pérez.
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